Mi menstruación sostenible con tal’kual
Después de 10 días de retraso, empiezo un nuevo ciclo menstrual. Después de vivir ciertos cambios en mi vida que generaron estrés y ansiedad, mi cuerpo tomó unos días de adaptación para volver a comenzar.
En este diario/testimonio menstrual te explicaré cómo vivo mi menstruación de manera sostenible junto a tal’kual.
¿Comenzamos?
Día 1: Flujo ligero.
Después de 5 días con inflamación de pechos y dos días de ligeras manchas de sangre en mi ropa interior, llegó mi menstruación. A solo unos cuantos días de Navidad, me recuerda cuando tuve mi primera menstruación (menarquia), solo que esta vez no tendré que ir asustada con mi mamá a pedirle toallas sanitarias en medio de la compra de regalos navideños.
Por la mañana, al saber que pronto llegaría mi menstruación, decidí usar la copa menstrual para que así no me llegara desprevenida mi sangrado. Una de las grandes ventajas de la copa es que la puedes usar sin necesidad de estar menstruando y usarla como prevención. Así que decidí no estresarme y preocuparme hasta después de 8 horas (tiempo recomendado para vacío de copa), para después hacer la limpieza de mi copita.
Mi menstruación llegó hasta la tarde, después de comer, mis hombros se relajaron ya que “por fin” había llegado mi sangrado. Mi primer día de menstruación siempre es ligero por lo que basta que utilice la copa menstrual y vaciarla cada 6-8 horas.
Llegada la noche, estaba tan cansada que solamente quería descansar bien. Vacié la copa, la coloqué y como refuerzo coloque mi calzón clásico-moderado para asegurarme una buena protección durante toda la noche.
Día 2: Flujo abundante.
Lo que nunca. Desperté por la mañana con un malestar de cólicos que me causaron hasta náuseas. Tomé mucha agua y tomé un pequeño desayuno para intentar bajar el dolor pero no lo pude lograr. Decidí hacer lo mejor que podía hacer: prepararme una tisana de salvia (recomendada para dolores menstruales), hacer estiramientos de espalda y abdomen para calmar el malestar y al finalizar tomé un baño caliente tranquilizante. No te voy a mentir, el malestar duró bastante tiempo, pero relajarme y tomarme mi tiempo observando y dedicándome a mi cuerpo me hizo sentir más concentrada y tranquila hasta que el dolor disminuyó por completo.
Tenía varias cosas que hacer en casa, decidí hacerlo cómoda y sin preocupaciones. Debido al dolor e inflamación que presenté, no me sentía con el ánimo de utilizar la copa, decidí utilizar mi bóxer súper absorbente para el resto de la tarde y sangrar libremente.
El segundo día de mi menstruación siempre es el más abundante, por lo general siempre uso la copa y un calzón menstrual de respaldo lo que me hace sentir súper segura dentro y fuera de casa. Cuando salgo solo me preocupo por vaciar la copa en un lugar limpio y con manos bien desinfectadas, el calzón sin pasar más de 12 horas fuera de casa me dura toda mi jornada.
Llegada la hora de dormir cambio y limpio mi Bóxer a mano. Lo dejo secar toda la noche en mi baño ventilado para que en la mañana esté seco y listo para usar. Fue un día de locos, quiero descansar tranquila: vacío y pongo mi copita menstrual, mi calzón moderado Nice de respaldo, y me voy a dormir.
Día 3: Flujo moderado.
24 de diciembre. Pasé todo el día en casa, preparando regalos, hablando con la familia y disfrutando de alguna manera la dicha de estar. Mentalmente me encontraba más relajada ya que mi día “abundante” de la menstruación había pasado y lo que faltaba era un flujo moderado y ligero. En la mañana tomé un baño relajante, limpié mi copa menstrual y lavé mi calzón dentro de la ducha, dos pájaros de un tiro. Me preparo para el día, coloco mi copa menstrual y mi calzón moderado clásico como refuerzo. Vacié tranquilamente mi copa cada 5-6 horas y mi calzón duro todo el día como un excelente refuerzo que me hace sentir cómoda y segura en caso de que mi copita llegue a tener una fuga.
Después de terminar la fiesta y celebración navideña me preparé a dormir con una copa vacía y una toalla abundante de bambú extra suave, teniendo en mente que mañana mi menstruación será casi terminada por el año. (¡YAY!)
Día 4: Flujo ligero.
Navidad, sin importar el día de la semana que sea, siempre se sentirá como un domingo. Sinceramente no encuentro algo más cómodo que menstruar en casa. Al ser un día de disfrutar en pijama y ver películas, utilizo mi copita menstrual como el primer día, al ser flujo ligero la vacío cada 8 horas por una buena higiene vaginal, nada más. Durante el día hasta se me olvida que la traigo puesta (Si eres un poco despistadx con los horarios de tu copa, te recomiendo poner alarmas en tu celular para no pasar más de 12 horas recomendadas usando la copa).
Después de una buena cena de recalentado, vacío y limpio mi copita para dormir solamente con ella y descansar tranquilamente toda la noche.
Día 5: Manchado.
El verdadero último día de mi menstruación en el que a lo largo del día mi cuerpo expulsa los últimos residuos de sangrado restantes sin realmente ser un flujo notorio. Durante todo el día utilizo mi toalla de bambú moderado, el excelente reemplazo a los panti-protectores, súper cómodo y suave para la zona vaginal después de los días inflamados de mi menstruación.
*Mi toalla “S”, la utilizo igualmente durante la ovulación, me sirve para sentirme más cómoda y seca durante esos días de humedad y si es que llego a presentar spotting.
Así es como viví mi última menstruación del año 2020: observando mis síntomas, buscando remedios sanos, naturales y ecológicos que respeten el ciclo natural de mi cuerpo, y lo más importante, sin tóxicos en cuerpo y ambiente.
Todos los productos de protección menstrual mencionados los puedes encontrar en la lista de productos tal’kual.
Honra el ciclo natural de tu cuerpo y #DéjaloFluir