¿Por qué una menstruación sostenible?
Menstruación sostenible significa: Hábito menstrual soportable en lo ecológico, viable en lo económico y equitativo en lo social.
En tal’kual luchamos por la conciencia menstrual a nivel individuo y a nivel sociedad. Porque el ciclo menstrual no solamente es sangrar periódicamente, es un proceso natural y biológico del cuerpo humano que nos permite reproducirnos y vivir una sexualidad.
A pesar de ser todavía un tema tabú, con muy poca información y un estigma social inmenso; la industria menstrual se explotó desde los inicios del siglo XX, que aunque ya se presentaban prototipos de las primeras copas menstruales, no logró su popularización debido a que no presentaba un buen negocio para las grandes empresas a diferencia de los productos desechables. Por ende, toda inversión fue directamente al “boom” de las toallas y tampones desechables que aseguraban una venta mensual por cada persona menstruante.
Aunque su imagen siempre fue de practicidad y absorción, ¿cuál es la realidad de los productos menstruales desechables? Los productos como las toallas y tampones que todxs conocemos, contienen plásticos y químicos como rayón, dioxina, asbesto, entre muchos otros; sustancias tóxicas encontradas de igual manera en productos de limpieza. El fin de estos productos es de absorción inmediata sin importar cómo puedan afectar la salud de las personas. Hablamos de protección vaginal, una zona altamente delicada, que al ser permeable, absorbe todas estas sustancias con acceso directo al torrente sanguíneo, además de generar ambientes perfectos para el desarrollo de bacterias que causan infecciones vaginales.
Lamentablemente el daño no solo es interno, también nuestro medio ambiente se ve gravemente afectado. A lo largo de su vida, una persona menstruante desecha entre 15 y 17 mil toallas y tampones, por lo que anualmente se generan 210 mil toneladas de basura únicamente proveniente de productos menstruales. Si tomamos en cuenta que cada toalla o tampón desechable tarda cerca de 500 años en desaparecer, ¿cuánta basura se genera por las casi 37 millones de personas menstruantes en México?
De no ser suficiente, el gasto mínimo de una persona con flujo menstrual moderado es de $1260 MXN anuales, $12,600 MXN por 10 años y, ¿por 40 años de menstruación?
El comercio y gasto económico constante en productos menstruales en cada periodo hace que solamente el 12% de la población mundial tenga acceso a productos de higiene menstrual, lo que se denomina como pobreza menstrual. Esto impide que cientos de niñxs vayan a la escuela durante su menstruación, y que personas de escasos recursos utilicen periódico, cartón, calcetines, y otros objetos antihigiénicos para controlar su menstruación.
Con un sistema de salud menstrual roto, nace tal’kual en búsqueda de romper estigmas sociales, facilitando información confiable y ofreciendo productos reutilizables de calidad para vivir una menstruación digna con respeto a nuestro cuerpo y medio ambiente.
¡Sé parte de la revolución menstrual!
#DéjaloFluir